Liga de Beisbol Menor del Distrito Federal (ahora Distrito Capital)
Tradición ganadora sobre el terreno
CUARENTA Y CUATRO años de historia y arduo trabajo le han permitido a la Li-Menor producir a un importante número de peloteros con relevantes actuaciones en la pelota profesional
Caracas.- En 1954 la Liga de Beisbol Menor del Distrito Federal inició su andar por la senda del éxito, gracias a la iniciativa de Chato Candela, Angel Zambrano, Aníbal "Chino" Aponte, quienes reunieron un grupo de chicos -entre las categorías infantil y juvenil- y los organizaron en cuatro equipos, sembrando una semilla que años más tarde se convertiría en un vigoroso árbol, pródigo en la producción de peloteros profesionales y grandes ligas.
En aquella época se conformaban las novenas por edad y por tamaño, en una suerte de campeonato itinerante. "Se jugaba en el antiguo campo del Barrio Obrero (Coche), en el Estadio del Ministerio de Obras Públicas (MOP), en el viejo parque José Pérez Colmenares, cerca del Periférico de Catia, en los alrededores del Velódromo Teo Capriles y en el Estadio Nacional", recuerda el Chino Aponte.
Durante décadas, la Li-Menor se mantuvo como el único circuito capitalino, que funcionaba con la venia de la Federación Venezolana de Beisbol y la extinta Asociación de Beisbol Ameteur, hasta que en 1970 surgió la Liga Distrital, e incluso una buena experiencia con la Li-MOP. Hoy día, además de las dos mencionadas, también funciona la Liga Hidroven, compartiendo los cosos Andrés Miranda (Coche), Sierra Maestra y La Planicie (23 de Enero).
Sin embargo, el Chino Aponte piensa que esas tres sedes son insufucientes para desarrollar la gran cantidad de muchachos que temporada tras temporada comienzan su formación desde el preparatorio, para luego ir ascendiendo y quemando etapas en preinfantil, infantil, junior y juvenil. "Llegamos a tener 120 equipos en 1960, que además de jugar en el Distrito Federal, se expandieron al hoy Municipio Vargas, en sitios como Caraballeda y Guanape. Entonces se pautaban encuentros en los estadios César Nieves, José María Vargas y Electricidad Caracas. Incluso teníamos juegos nocturnos, pero el último de ellos fue hace 12 años, por el deterioro de los sistemas de alumbrado. Situación que nos limita para seguir creciendo y no retroceder en el desarrollo". La Li-Menor es un circuito piloto de la FVB y agrupa a los únicos siete equipos juveniles federados en la zona metropolitana, de los cuales se escoge la selección distrital que participa en los campeonatos nacionales de la categoría. "A estos muchachos hay que seguirle los pasos, pues de allí generalmente firman al profesional", asegura el veterano técnico.
Los elevados costos semanales para cumplir con un calendario anual de hasta ocho meses, con 59 equipos, 1.180 jugadores y cerca de 500 encuentros; así como el deterioro de los parques también se convierten en un obstáculo de cuidado. "Un fin de semana, de la ronda regular, cuesta entre 120 y 150 mil bolívares, para cubrir los honorarios profesionales de los anotadores, los árbitros y las personas que acondicionan los terrenos. Todos esos emolumentos se recaban a través de las contribuciones de cada equipo y gracias a la ayuda de los representantes. Por otro lado, el estado de los campos no es el adecuado y si a ello sumamos la escasez de parques, podríamos asegurar que estamos en una situación difícil".
Pero la liga continúa y sigue produciendo peloteros. "Claro, no vamos a parar. Seguiremos trabajando", asevera el entrenador.
Talento para exportar
Desde su fundación en 1954, la Li-Menor ha visto desfilar por sus equipos un gran número de peloteros que lograron brillar en la Liga de Beisbol Profesional de Venezuela e incluso inscribieron sus nombres en el mundo de las Grandes Ligas. Algunos de ellos son Isaías "Látigo" Chávez, Gustavo Gil, Angel y José Escobar, Gustavo Polidor, Juan Carlos Pulido, Teodoro Obregón, Gustavo Spósito, Luis Peñalver, Robert Marcano, Rafael Cariel, Norman Carrasco, Arturo Sánchez, Raúl Pérez Tovar, Jesús "Chalao" Méndez. De las últimas promociones destacan Carlos Méndez, Jorge Velandia, Carlos Ugueto, Ronnie Sorzano y Dennis Malavé.
En el plano dirigencial Jesús "Chucho" Ramos condujo al MOP en 1965; así como Víctor Patiño. Por otro lado, el destacado instructor y buscatalentos para equipos de grandes ligas, Graciano Ravelo, tiene su academia en el circuito.
"Nuestra liga a lo largo de todos estos años ha sido una de las principales fuentes de relevo para los equipos profesionales. Es una especie de tradición para nosotros", comenta el instructor Aníbal "Chino" Aponte, quien se inició como manager del conjunto Bucaneros en 1956, pasó a la escuadra Zona F en 1962 y desde 1965 está al frente de Senadores.
"El proceso de formación de los muchachos es complejo. Lo importante en los primeros años es que se diviertan en los encuentros y que conozcan los fundamentos básicos del juego. Luego, mientras pasan los años, hay que inculcarles reponsabilidad e ir puliendo sus condiciones, para que sólo una pequeña élite llegue a optar por un cupo en el profesional".
Jóvenes emergentes

Por: Alexander Mendoza
Nota: Texto publicado en el diario "El Universal" en fecha 13-04-1998